Kristina Light
Kristina Light es el libro con las mejores recetas ligeras de Kristina.
Mis recetas :: Kristina Wetter
Son muchos los tamaños de pasta y muchas salsas distintas. Las combinaciones son infinitas.
Basta seguir unas sencillas recomendaciones para cocinar la pasta y servir la perfectamente "al dente", es decir, firme y en su punto.
Escoge una olla suficientemente grande y alta como para que puedas poner a hervir bastante agua. Los italianos calculan un litro de agua para 100 gramos de pasta. En todo caso, llena la olla lo suficiente para que la pasta no se pegue. Recuerda que la pasta absorbe agua y casi una cuarta parte de ésta se evapora.
La sal debe incorporarse cuando el agua haya hervido pues, cuando ya tiene la sal, ésta necesita más tiempo para llegar al punto de ebullición. Me encanta cuando los italianos dicen que el agua en la que se cocina la pasta tiene que ser “tan salada como el mediterráneo”, pero recuerda que ésto es tan sólo un decir. La proporción ideal es 10 gramos de sal por cada litro de agua.
Añadir aceite al agua de la pasta no es necesario cuando se trata de una pasta de calidad. Lo importante es que una vez que incorpores la pasta al agua hirviendo, la muevas una vez en el sentido de las agujas del reloj para que no se adhieran unas a otras. Luego simplemente déjala cocinar en el agua según el tiempo indicado en el empaque.
Muchas personas calculan simplemente “dos puñados por persona” cuando se trata de pasta corta pero, para medidas más exactas, lo ideal es calcular unos 100 gramos por persona. Sin embargo, siempre es recomendable añadir “un puñado más para la olla", por si alguien quiere servirse un poquito más.
Lo ideal es probar la pasta varias veces cuando está casi lista. Es importante que el agua está hirviendo cuando pongas la pasta y sólo entonces es cuando se debe comenzar a contar el tiempo. La mejor manera de saber si la pasta está lista es retirar una, dejarla enfriar un poco y luego probarla. Debe estar suave pero ligeramente resistente, es decir, al dente. Cuélala apenas esté cocida para que no se pase y sírvela de inmediato.
La salsa para la pasta debe estar lista y caliente a la hora de incorporar la pasta en su punto. Elige la salsa según el corte de pasta que vayas a servir.
Una vez que hayas mezclado la pasta con la salsa, sírvela de inmediato. Los platos hondos o los bols son ideales pues se mantiene mejor la temperatura que en los platos llanos. Acompaña tu pasta siempre con un queso parmesano de excelente calidad.