para el pavo

• 1 pavo de seis kilos
• 1 limón
• 1 ajo entero
• 1 cebolla entera
• 1 manojo de salvia fresca
• 1 manojo de tomillo fresco
• 8 ramas de perejil plano
• sal
• pimienta negra

para hacer el consomé

• el cuello y los hígados del pavo
• 2 dientes de ajo
• 1 cebolla entera
• 4 ramas de perejil

para la salsa

• 1/2 taza de vino blanco
• 2 cucharadas de mantequilla
• sal
• pimienta

Preparación

Precalienta el horno a 375º F / 190º C. Lava el pavo y frótalo con el limón. Lleva hacia atrás la piel del cuello y sujétala con un palillo. Corta el ajo y la cebolla por la mitad y ponlas dentro del pavo. Introduce los manojos de salvia, tomillo y perejil plano. Ata las patas del pavo con pabilo. Ponle sal y pimienta y colócalo sobre una rejilla para hornear. Mete la bandeja en el horno y cocina el pavo durante tres horas, si pesa seis kilos. Si su peso es mayor o menor, toma esta medida como referencia. Mientras el pavo se hornea, pon el cuello y los hígados en una olla con el ajo, la cebolla y las ramas de perejil. Cúbrela con agua y llévala a un hervor. Baja el fuego y déjala cocinar durante dos horas, mientras el pavo se encuentra en el horno. Cuela la salsa y déjala reposar hasta que la vayas a utilizar. Sabrás que el pavo está listo cuando, al pincharlo bajo las alas, el jugo salga completamente claro. Saca el pavo del horno y déjalo reposar durante 20 minutos antes de llevarlo a la mesa. Elimina el exceso de grasa de la bandeja de hornear y vierte la media taza de vino blanco. Raspa la bandeja con una cuchara de madera y transfiere este líquido a una olla pequeña. Agrega el consomé y cocina hasta que la salsa se reduzca a la mitad. Incorpora las dos cucharadas de mantequilla y mezcla. Ajusta la sal y la pimienta. Cuela la salsa antes de servir.