Tarte Tatin

Tarte Tatin

La tarte Tatin, esa maravillosa tartaleta volteada de manzanas, tiene su historia muy particular.

La famosa tarte Tatin fue creada por accidente en el Hotel Tatin de Francia en 1889, propiedad de las hermanas Tatin. Stéphanie, quien era la encargada de la cocina, tenía mucho trabajo. Un día comenzó a hacer un pie de manzana, pero dejó las manzanas cocinándose en mantequilla y azúcar durante mucho tiempo. Al darse cuenta de que las manzanas estaban a punto de quemarse, rápidamente colocó la masa sobre las manzanas y la metió en el horno, en el caldero, para terminar de cocinar el pie. Al voltearla, se sorprendió al ver su aspecto tan apetitoso y se alegró al saber cuánto le gustó a los huéspedes del hotel.

Ingredientes

Preparación

Precalienta el horno a 350º F / 175º C. Para preparar la base de la tartaleta, bate la mantequilla hasta que esté cremosa e incorpora la harina y el huevo. Mezcla hasta que se forme una masa que se separe de las paredes del recipiente. Extiende la masa con un rodillo sobre un trozo de papel encerado y forma un círculo del tamaño del caldero donde vas a cocinar las manzanas. Mete la masa en la nevera hasta que la vayas a utilizar. Lava, pela y retira el corazón de las manzanas y córtalas en cuatro. Derrite en un caldero la mantequilla restante y esparce sobre ésta el azúcar. Sigue cocinando hasta que adquiera un color ámbar, de 3 a 4 minutos. Muévelo para que la caramelización sea pareja. Arregla las manzanas en el caldero y sube el fuego. Déjalas cocinar hasta que estén suaves, unos 20 minutos. Retira el caldero del fuego. Cuando veas que el azúcar ya no está burbujeando, saca la masa de la nevera y cubre con ella las manzanas ya cocidas. Inserta suavemente los bordes con cuidado de no quemarte. Hornea hasta que la masa esté doradita, unos 30 minutos. Déjala enfriar durante cinco minutos. Coloca un plato sobre el caldero y voltea tu tarte Tatin. Sírvela de inmediato, todavía ligeramente tibia.