Se dice que este delicioso plato tradicional se creó hace muchos años por accidente de una excelente cocinera.
Son muchas las historias que se han tejido alrededor de este maravilloso plato de la cocina tradicional venezolana, pero la más difundida es que el famoso Asado negro es consecuencia del accidente culinario de una excelente cocinera a quien se le quemó el muchacho redondo, pero siguió adelante con la receta. Así nació el tradicional asado negro.
Limpia el muchacho redondo pero déjale algo de grasa. En un caldero que tenga tapa, calienta el aceite de maíz y cocina el azúcar hasta que se forme un caramelo bien oscuro. Lleva el muchacho redondo al caldero y sella la carne por todos los lados, hasta que se ponga casi negra. Saca el muchacho de la olla, transfiérelo a una bandeja y déjalo reposar. Lleva al caldero las cebollas picaditas, el ajo triturado, el ají dulce y el pimentón. Sofríe un poco y luego incorpora el tomate. Transfiere el muchacho de nuevo a la olla, añade la sal, el vino tinto de cocina, el agua y por último, una hojita de laurel. Tapa el caldero y deja cocinar el asado de dos a dos horas y media o hasta que éste ablande lo suficiente. Cuando el asado esté listo, lleva la salsa a la licuadora, procesa y transfiérela nuevamente al caldero. Cocina hasta que la salsa retome su color oscuro. Corta el asado en rebanadas y cocínalo en su salsa durante un ratico más.