La licuadora es mi gran aliada en la cocina. Sin ella, las sopas, las salsas, los jugos y batidos no tendrían la misma textura.
Una cocina bien equipada es el primer paso para hacernos la vida fácil a la hora de preparar platos deliciosos. Y es que los electrodomésticos son nuestros grandes aliados cuando de ahorrar tiempo se trata. En mi caso, siento que una buena licuadora es indispensable… un eletrodoméstico que realmente te facilita la vida. Las sopas, jugos, mezclas, salsas y hasta la mejor mayonesa, son más fáciles cuando se preparan con licuadora.
A la hora de escoger tu licuadora, debes saber para qué la vas a usar.Selecciona tu licuadora según su potencia y según los usos que le vas a dar. Si quieres preparar bebidas con hielo, prefiere una licuadora con más potencia.
Los vasos de plástico son livianos, menos costosos y no se rompen fácilmente. Son los ideales para cocinar con los niños. Los vasos de vidrio son más pesados pero también se consideran de mejor calidad.
Cuando licúes sopas muy calientes, déjalas enfriar un poco antes de encender la licuadora. Lo ideal es sostener la tapa en su lugar, utilizando un pañito de cocina doblado, para evitar que el aire caliente la levante. También puedes quitar la pieza que se encuentra sobre la tapa para que el vapor salga. Cuando licues líquidos calientes, el vaso debe llenarse sólo hasta la mitad.
A la hora de lavar tu licuadora, presta especial atención a la seguridad. Asegúrate de desenchufarla antes de desarmarla. Fíjate bien la posición de las partes para que puedas armarla de nuevo. Una vez que laves todas sus partes, ármala de nuevo y pasa un paño húmedo por la base. Guarda el vaso con la tapa abierta para evitar olores desagrables.