Las sopas son esos platos que siempre son bien recibidos en casa.
¿Quién se resiste a una deliciosa crema bien caliente a la hora de cena, a una refrescante sopa fría al mediodía o a un maravilloso hervido de pescado un fin de semana cualquiera? Una sopa es cualquier combinación de carne, pescado, pollo, pescado, mariscos y vegetales que se cocinan en un líquido durante más o menos tiempo. Las sopas y cremas son consideradas entradas perfectas, pero también son platos únicos cuando se trata de ingredientes más sustanciosos.
La mayoría de las sopas se sirven calientes como el consomé de res, el chupe de gallina, la sopa de cebolla o la maravillosa crema de hongos. Pero para los días de mucho calor, las sopas frías como el gazpacho o la vichyssoise son alternativas deliciosas y muy refrescantes.
A la hora de preparar una sopa en casa, deberás comenzar con un buen consomé y luego seleccionar los ingredientes que desees incorporarle.
A la hora de preparar las cremas, lo ideal es utilizar la licuadora de mano, también llamada de inmersión, pues basta introducirla en la olla donde cocinaste los ingredientes para procesarla y darle esa textura sedosa tan deseada. Si no la tienes, transfiere los ingredientes sólidos a la licuadora y comienza a procesar con poco líquido. Luego incorpora poco a poco el líquido restante hasta obtener la textura deseada.
Muchas de las sopas de vegetales como la de tomate, brócoli, papa, remolacha, auyama y zanahoria pueden transformarse en deliciosas sopas frías. Si quieres servirla fría, añade un poco más de sal y agrega un poco de consomé, agua o leche para diluirla un poco y que no quede tan espesa.
La mayoría de las sopas se congelan muy bien. Si la sopa que vas a congelar contiene algún producto lácteo, es preferible incorporarlo cuando la descongeles y la calientes para servir.