Tan fácil de preparar y tan colorido, es una excelente alternativa al arroz blanco de todos los días.
Adoro este arroz… y mi familia también. Además, es una manera de incorporar la zanahoria en la alimentación de tus niños. Pruébalo y verás que se convertirá en una receta que prepararás todas las semanas en casa para acompañar el asado negro o un sencillo pollo al horno.
Calienta la mantequilla en una olla e incorpora la zanahoria rallada. Añade el arroz y asegúrate que todos los granos queden bien cubiertos de mantequilla. Agrega el agua y la sal. Cocina a fuego medio hasta que el agua se seque y se formen agujeritos en la superficie. Baja el fuego, tapa la olla y deja cocinar a fuego muy bajo hasta que el arroz esté suave. Sírvelo bien caliente para acompañar tus platos.