El éxito de una receta depende de la medida de los ingredientes.
Cuando vayas a preparar una receta, especialmente algún postre, es importante tomar en cuenta que los ingredientes pueden medirse por peso o por volumen, pero lo importante es que deben medirse de la manera más exacta posible. Las tazas y cucharas de medir son tus mejores aliadas para facilitar la preparación de las recetas.
Es ideal tener dos juegos de tazas y cucharas de medir: uno para medir los ingredientes sólidos y otro para los líquidos. Verás que ahorrarás mucho tiempo, pues no tendrás que lavar y secar las tazas. Si sólo tienes un juego, es preferible que primero midas los ingredientes secos, pues una vez que se mojan las tazas o cucharas, los ingredientes secos se pegan y las medidas no son exactas.
Para medir harina, polvo para hornear, sal o especias, utiliza las tazas o cucharas de medir. No las introduzcas directamente en el recipiente para que el ingrediente no se compacte. Más bien, vierte dentro de éstas el ingrediente en polvo y luego nivélalo utilizando la parte superior de la hoja del cuchillo. Si ves que los ingredientes se han compactado, dales soltura con algún utensilio antes de medirlos.
No midas los ingredientes directamente sobre el recipiente donde preparas la mezcla pues, si se derrama, las medidas no serán exactas. Más bien, procura medirlos sobre el recipiente que los contiene. También puedes hacerlo sobre un trozo de papel encerado pues, si el ingrediente se derrama, será más fácil recogerlo y transferirlo de nuevo al recipiente.
Las jarras son ideales para medir líquidos pues ofrecen medidas expresadas tanto en tazas como en litros. Coloca la jarra en una superficie perfectamente lisa. Agáchate hasta que los ojos queden a la altura del nivel del líquido para medir con precisión. No es recomendable sostener la jarra con la mano a la altura de los ojos pues, al moverse el contenido, la medida no será tan precisa.
Para medir miel, jarabe de maíz, almíbares o mermeladas, ponle un poquito de aceite de maíz a la cuchara de medir para que el ingrediente viscoso no se adhiera a la superficie de la cuchara o taza de medir. Si uno de los ingredientes de la receta resulta ser aceite, mídelo antes del ingrediente viscoso. Así ya la cuchara o la taza de medir tendrá la película de aceite.
Es más fácil medir la mantequilla por gramos pues simplemente puedes tomar como referencia el peso del empaque. Si alguna receta indica la medida en tazas, sigue el siguiente procedimiento: para medir media taza de mantequilla, toma la taza de medir de una taza y llénala con media taza de agua. Introduce poco a poco trocitos de mantequilla muy fría en cucharadas hasta que el agua llegue a nivel. Bota el agua y utiliza la media taza de mantequilla medida.
Cuando una receta requiera dividir la masa o la mezcla en dos para añadir a una de las partes un ingrediente adicional, lo indicado es pesar la mezcla o la masa completa y luego dividirla en dos. Pesa cada una de las partes hasta que ambas tengan el mismo peso. Igualmente, cuando se trate de dividir la masa en tres, cuatro o más partes, pésala, divídela entre el número que necesites y pesa de nuevo cada una de las partes.